¡Descubre por qué NIST es el héroe oculto que podría salvar a Bitcoin de los superordenadores cuánticos!

¡Órale, banda! En agosto de 2024, el NIST, que es como el mero mero instituto de normas y tecnología de Estados Unidos, aprobó tres nuevas herramientas para ponernos a salvo del temido poder de las computadoras cuánticas. Además, sigue echando ojo a cuatro más para ver si jalan o no.
Este instituto, que lleva chambeando desde 1901 y depende del Departamento de Comercio gringo, tiene la misión de empujar la innovación y mejorar la vida y la economía a través de la ciencia y la tecnología. Pero también está en medio del rollo de la computación cuántica, que suena a película de ciencia ficción, pero es bien real y representa un reto enorme para la criptografía que usamos hoy en día para proteger datos, mensajes y hasta nuestras monedas digitales como Bitcoin.
La onda es que las computadoras de cajón, las de toda la vida, ya no van a ser suficientes para romper estos códigos. Pero las que vienen, las computadoras cuánticas, tienen el poder de hackear casi todo lo que creíamos seguro. Por eso, el NIST anda desarrollando unos algoritmos post-cuánticos —o sea, que aguanten la fuerza cuántica— para que ni las máquinas más cabronas puedan hacer de las suyas.
En agosto de 2024, ya aprobaron tres estándares oficiales para esta nueva criptografía:
– FIPS 203, para proteger cómo nos pasamos la llave de cifrado.
– FIPS 204, para asegurar que los mensajes sean auténticos.
– FIPS 205, que usa firmas digitales con funciones hash, que son más resistentes y simples contra ataques cuánticos.
Y no se quedaron ahí: en marzo de 2025, dijeron que otras cuatro ideas siguen en prueba para ver si también entran al patrón de la seguridad post-cuántica.
Ahora, vamos con Bitcoin. Este compa usa firmas digitales basadas en curvas elípticas (algo llamado ECDSA) que están chidas para las computadoras normales, pero si un malandro con una computadora cuántica llegara a sacar la clave privada de alguien, ¡adiós fondos! Podría robar y hacer un desmadre en la red.
Entonces, en el mundo cripto ya están buscando cómo ponernos truchas. Adam Back, que es uno de los cerebros detrás de Blockstream, propuso usar el algoritmo SLH-DSA, que lleva el sello del NIST y está hecho para aguantar a las máquinas cuánticas. Este sistema usa algo llamado SPHINCS+, una tecnología que viene de puro conocimiento de hace rato, pero que está en otro nivel para defendernos.
Lo chido de SLH-DSA es que no se basa en problemas matemáticos complejos como el actual (que los cuánticos pueden resolver bien fácil), sino en funciones hash, que funcionan transformando datos en códigos fijos súper difíciles de revertir. Eso hace que la seguridad sea más firme, aunque tiene un detalle: las firmas digitales ocupan más espacio y eso podría hacer que las comisiones por transacción suban un poco.
En resumen, el NIST está rifándose no solo para los gobiernos y las empresas, sino para que protoclos libres y descentralizados como Bitcoin tengan una guía chida para avanzar hacia una era donde la seguridad digital no sea un juego de azar, sino algo bien blindado contra lo que venga con las computadoras cuánticas. ¡Pendientes, que esto apenas comienza!
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