¡Los validadores de Solana están a punto de darle un vuelco TOTAL al mecanismo de consenso!

Órale, la cosa está así: pagar intereses por las stablecoins —esas monedas digitales “estables” que no suben ni bajan mucho— puede armar un desmadre en los bancos, algo parecido a lo que pasó en los años 80 con los fondos del mercado monetario, dice Ronit Ghose, un cabeza en Citi que sabe un buen del futuro de las finanzas.
Resulta que en los 70 y 80, esos fondos crecieron como loco: de 4 mil millones a 235 mil millones de dólares, dejando atrás a los bancos que tenían reglas bien estrictas para pagar intereses. Entre 1981 y 1982, mucha gente sacó más lana de los bancos de la que puso —neta, se fueron 32 mil millones de dólares.
Y no es solo Ronit: Sean Viergutz, un tipo de la consultora PwC, opina que si la banda empieza a cambiar su dinerito a las stablecoins que pagan más, los bancos la van a ver feo. ¿Por qué? Porque podrían tener que pedir prestado en otros lados más caro o subir las tasas que pagan por los depósitos, y eso a la gente y negocios les va a parecer un hueso duro de roer cuando pidan préstamos.
Los bancos en gringolandia tampoco están tranquilos. La Ley GENIUS les dice a los que hacen stablecoins que no pueden pagar intereses a quienes las tienen, pero los exchanges y empresas relacionadas sí podrían hacerlo. Eso ha causado bronca porque creen que esto puede chorrear la lana de los bancos: el sector dice que podrían perder hasta 6.6 billones de dólares en depósitos porque la gente querrá algo más jugoso.
Por otro lado, los que trabajan en el mundo cripto están con todo en contra de cerrar esa “lagunilla legal” porque piensan que así se frenaría la innovación y las opciones para la banda. Dicen que si le dan ventajas solo a los bancos viejitos, se pierde la chida competencia y la oportunidad de probar cosas nuevas.
Para ponerle más sabor al caldo, el gobierno de Estados Unidos anda bien en onda con las stablecoins que estén amarradas al dólar. En marzo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, lanzó que van a usar estos jueguitos para que el dólar siga siendo la moneda más chida del mundo. Dijo algo así como: “Vamos a cuidar bien el reglamento de las stablecoins, y como ordenó el presidente Trump, el dólar será el campeón de siempre, y para eso vamos a usar las stablecoins”.
Así que, entre tiras y aflojas, ahí están las stablecoins revolucionando el juego y haciendo que bancos, gobierno y criptofans no se pongan de acuerdo. ¡Agárrense!
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